Dicen por ahí que todos somos propensos a una adicción. La leyenda asegura que podemos probar alcohol, café, cigarros y otras sustancias sin volvernos necesariamente adictos. Sin embargo, cada uno de nosotros tiene su "droga", y si insistimos en experimentar, eventualmente encontraremos aquella de la que no podremos prescindir. Por eso, es mejor no seguir probando para evitar encontrarla.
Personalmente, este fenómeno lo experimenté con la actividad física. Viendo a algunos amigos, a quienes admiro, convertirse en corredores entusiastas, pensé en seguir sus pasos y correr maratones. Sin embargo, por más que lo intentaba, no lograba disfrutarlo, ya que requería una gran fuerza de voluntad para salir a correr. Sin embargo, por azares del destino, comencé a ir al gimnasio, y esa fue mi "droga". No necesito fuerza de voluntad para ir; todo lo contrario, es algo que disfruto hacer diariamente. De hecho, cuando falto, me siento extraño.
Por eso, mi consejo es probar diferentes tipos de actividad física para encontrar la que será tu "droga", aquella que te apasionará y motivará naturalmente.